El pánico

El gobernador ha declarado una epidemia presente en la isla. El pánico nos acecha, los hospitales se convierten en mataderos con peste a muerte y carne podrida. En las calles reina el caos y el desorden. Las personas se encuentran en completo pánico sobre otros, poseen fobia al acercarse a otro seres humano, no permite que los toquen, mantienen cierta distancia. Los vocabularios se resumen a insultos y advertencias hostiles hacia otros, la pobreza aumenta drásticamente, la criminalidad esta en estados jamás imaginables.

Se declara nivel 6 de alerta, la epidemia es una completa amenaza hacia las personas. El caos aumenta según la epidemia, las personas se vuelven más desesperadas, las soluciones comienzan a escasear. Las calles no hacen sentido, el desorden reina en ellas, carros abandonados y quemados por todos lados, las estaciones del tren bajo un fuego incontrolable, trenes descarrilados, los supermercados están completamente vacíos no hay alimento alguno. Las tiendas están vacías y destrozadas, el zaqueo de comercio ocurría sin importar si la guardia nacional patrullara por las calles, los grandes comercios como plaza las Américas ciertas partes fueron destruidas y otras utilizadas como refugio para los no infectados.





Los aeropuerto estaban cerrado, nadie podía salir de la isla, no habían vuelos. Los mulles eran lugares para recordar los grandes navíos que una vez venían a la isla.Las escuelas estan completamente destruidas, la educación se extinguió por completo. La justicia no existe, todo se resolvía a violencia y muertes, la desesperación agobia a las personas y las lleva a realizar actos de mucha violencia hacia otros. Aquellos que viven en el campo y poseen agricultura, tenían que protegerla a muerte, para prolongar su existencia un par de días más.




El gobierno no sabe qué hacer a este nivel, las personas continúan muriendo y destruyendo su entorno, no poseen control alguno de la población, el caos reina en todo momento. La justicia dejo de existir, el sistema colapso por completo, las personas se valen por sí mismas. Sólo aquellos que no se dejan contaminar por esta epidemia y luchan por sobrevivir se mantienen vivos. Vivimos en una isla y no hay forma de escaparnos de este mal que ellos crearon.